Últimamente
muchos amigos y muchas personas me han preguntado acerca de la “Flor de la
Abundancia”, y de qué manera se relaciona con la mirada de la Economía Sagrada.
Este sistema cuyo propósito es generar abundancia se ha estado haciendo muy
presente, muy popular, en México y también en otros lugares de América, en
diferentes versiones (basta con googlearlo).
En primer lugar quisiera expresar mi apoyo
de corazón para todas las personas que se encuentren participando (apoyo a las personas no al esquema). Espero que
todos y todas puedan alcanzar sus sueños y en el camino tener muy valiosas
experiencias humanas, de amistad, de crear lazos y gratitud.
Es
mi apreciación que muchos de estos grupos (sobre todo el caso de mujeres que participan en Telares), tienen un enfoque sincero de conciencia, donde entre los miembros del grupo
existe un trabajo interno y colectivo de evolucionar hacia el espíritu del
regalo, con todo lo que significa abrirse a dar y recibir.
Para
quienes no la conocen quisiera describir brevemente la parte práctica de la
Flor (o telares) de la Abundancia. En primer lugar, 8 personas entran regalando una
cantidad de $x cada uno, y existe una persona (en el ‘centro’ de la flor) que
recibe de regalo $8x. Estas 8 personas fueron invitadas por otras 4, que a su
vez fueron invitadas por otras 2, que a su vez fueron invitadas por la persona
del centro de la flor. Existen por tanto, 4 grupos de personas: al centro una
persona, después un grupo de 2 personas, seguido de uno de 4 y finalmente uno
compuesto de 8 personas. En total 15 personas. Luego que la persona del centro
recibe, cada persona avanza al grupo siguiente, creando dos nuevas flores donde
los del tercer grupo invitan cada uno a dos nuevos integrantes para que el
nuevo centro de la flor vuelva a recibir $8x, $x de cada nuevo integrante. Y así
sucesivamente.
En
resumen, desde el punto de vista práctico uno regala una cantidad $x al entrar,
y en la medida en que el proceso sigue uno avanza de grupo hasta quedar en el
centro, y en ese momento uno recibe 8 veces la cantidad inicial que puso.
Existen algunas variantes menores pero este es el proceso principal que ocurre.
En pocas palabras, en principio es posible generar una gran abundancia con la
sola condición de que más y más gente siga entrando. permanentemente.
Dado
que mucha gente me ha preguntado y sigue preguntando al respecto, decidí
escribir sobre ello en este blog. Esta es en realidad una preciosa oportunidad
para mi de expresar, una vez más, el meollo del asunto de la economía sagrada:
NO SE PUEDE DESMANTELAR EL SISTEMA USANDO LAS MISMAS HERRAMIENTAS DEL SISTEMA.
Reitero
mi intención sincera que todos quienes confíen y entren de corazón a participar
de estos sistemas tengan buenísimas experiencias y construyan hermosos sueños
con la abundancia que generen para sus vidas. Existe una crítica muy agresiva
hacia las Flores de la abundancia desde el ‘establishment’, desde el mundo
convencional (ver en google múltiples ejemplos). Obviamente la reacción desde
ese mundo es mirar este sistema como una estafa, donde alguien se está
aprovechando de la ignorancia e ingenuidad de otras personas. O simplemente
como una falacia más, una estupidez que la gente ‘débil’ decide creer así como
creen en cosas como Santa Claus.
Sin
ninguna duda en mi corazón, no existe más acertada decisión que creer en la
magia de la vida, y en la posibilidad de la abundancia para todos y todas. Así es
el sueño que sueño con mi familia, y que veo nacer cada nuevo día con mis
propios ojos. Además, no tengo ninguna duda respecto de las buenas, honestas
intenciones con que mucha gente ha creado estos grupos. Sin embargo,
lamentablemente quisiera decir que este sistema presenta el mismo problema que
el sistema convencional capitalista: está basado en el crecimiento ilimitado,
con recursos limitados. Está basado en la deuda.
Tal
como el sistema económico convencional, su problema de fondo no es que tenga malas
intenciones. Sencillamente no es un problema de intenciones. Tal como he
argumentado en otros post (les ruego leer post ¿Cuándo Dentendremos la Destrucción de la Naturaleza?), aún si todos los
empresarios, todos los políticos, todas las autoridades fueran honestos y bien
intencionados, aún así, el curso actual de autodestrucción de la vida no se detendría.
El cambio que tiene que ocurrir (y que está ocurriendo) es mucho más profundo,
y poco y nada tiene que ver con que los seres humanos se “mejoren” a sí mismos.
No
se trata de usar los mismos medios ya presentes sólo que con mejores metas o
mejores propósitos. Al usar la misma mentalidad de ingeniería, aunque sea con
una intención elevada y honesta, lo que terminamos creando es el mismo
paradigma destructivo que ya vivimos. Por eso que es tan urgente recrear
nuestras maneras de pensar, realmente desde la nada misma. Es la única manera
que hagamos espacio para el nacimiento de un nuevo paradigma. De lo contrario
nada nuevo podría jamás nacer.
La
Flor de la Abundancia tiene de por si el problema de que crece tan rápido que
muy pronto comienza a fallar, al hacerse más difícil la entrada de
progresivamente más y más nuevos participantes. Ello significa que muchas
personas pierden su dinero. O mejor dicho (desde la narrativa del regalo)
regalan su parte sin recibir nada a cambio, lo cual no tiene nada de malo si así
lo han elegido, aunque sea inconcientemente, desde las entrañas de su ser. No
existe ningún regalo que en realidad se pierda.
Existe
no obstante un problema mayor. Si fuera plenamente exitosa, digamos incluso súper
bien aceptada por la sociedad, sería una actividad económica que genera una
enorme presión por crecimiento económico. Porque de dónde puede salir todo ese
dinero si no es de imprimir más dinero. Y toda impresión de dinero se emite como
deuda. Y toda deuda solamente es posible pagar con mayor crecimiento económico.
Y todo crecimiento económico viene de transformar nuestro patrimonio natural,
social, cultural y espiritual en actividades comerciales (para una comprensión
más en detalle ver post Introducción a la Economía Sagrada). En pocas palabras, el éxito a nivel global de
la Flor de la Abundancia solo es posible de la mano de una mayor transformación
de la belleza de la vida, la belleza de la naturaleza misma, en la fealdad del
progreso hecho de cemento y caca de cerdos (ver En el Rinoceronte, Todo).
Es
por esta última razón que yo no puedo en mi corazón recomendarle a nadie que
entre a participar. Aunque a la vez les deseo de verdad el mejor de los éxitos.
No me siento ‘en contra de’ las flores de la abundancia porque siento de alguna
manera presente en ellas el espíritu del regalo, el deseo del alma humana de
construir un nuevo mundo de abundancia y generosidad. Pienso que la abundancia
de la vida ya ES, no hay necesidad de desearla. Desearla viene con una carga
muchas veces de apego, aunque sea bien intencionada.
No
se puede desmantelar el sistema usando las mismas herramientas del sistema. No se puede by-pasear el sistema capitalista de codicia y acumulación, construyendo un sistema ingenieril con intenciones mejoradas, usando para ello la misma parte del cerebro. Por mucho que la Flor de la Abundancia conlleve una intención
sincera de regalar, de dar y recibir, tiene una ingeniería, una mentalidad de
condición, una mentalidad de control: uno da $x, y luego recibe $8x. Sencillamente
así es. Un regalo de verdad, en cambio, es libre de toda condición. La
abundancia de la vida, la generosidad del espíritu de la vida es totalmente
incondicional. Un árbol de limones nunca hará un cálculo de qué va a recibir a
cambio de su multiplicidad de limones que regala. Este no es un llamado a ser “mejores
personas”, generosos como el limón. El llamado es a ser lo que ya ES.
¿Como
es la Flor de la Abundancia de la Vida, no la ingenieril, sino la que ya ES y
que siempre ha sido? La Flor de la Vida que está absolutamente ausente de
nuestra civilización, de nuestro sistema económico, de nuestra cultura de
separación; y que aunque esté presente en nuestras intenciones no puede
recrearse desde nuestra mentalidad actual. La única manera de recrear algo
nuevo es con medios nuevos. No los ya conocidos. ¿Dónde está, ese espacio para
lo nuevo (aquello nuevo que es a la vez tan antiguo que es antes del tiempo),
ese espacio para lo desconocido?
Creo
que la mera pregunta “¿cómo generamos abundancia para nuestras vidas?” es parte
del problema. Es una pregunta con deseo, con expectativa. ¿Cómo participamos de
la abundancia que ya es, que viene ‘de fábrica’ con el espíritu imparable de la
vida?
En
realidad, la Flor de la Abundancia es un sistema del punto de vista ingenieril súper
masculino, basada en la inteligencia lineal y lógica propia de la mente
masculina (ver post La Razón Humana). La Flor de la Vida en cambio es femenina,
misteriosa, incondicional, libre, escurridiza porque nadie la puede controlar,
delicada y a la vez más fuerte que el océano.
Terminando
este escrito, me pregunto si esto que digo pudiera quebrantar las esperanzas
nobles y sinceras de algún amigo o de cualquier ser humano. Pero el sentimiento
profundo de esperanza, de confianza en la vida, es intocable, inquebrantable.
Que donde haya una flor de la abundancia que sea de verdad una FLOR DE LA VIDA,
pues que florezca, que tenga su vida en plenitud, y que muera con honor.
Gracias a la Vida por todas las flores.
Les dejo invitación al Taller Online de Integración de Telares.
PD: Los invito a leer un texto reciente, posterior a este, también sobre la abundancia y que toca otros temas al respecto, como la misma noción de abundancia: "EL HERMOSO LABERINTO DE LA ABUNDANCIA"